ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA
Estamos ya en el tiempo solemne de la Semana Santa, hemos tratado de prepararnos con sumo cuidado espiritualmente haciendo ayunos, limosna y oración para entrar en el santo misterio de la pasión, muerte y resurrección (El Misterio Pascual) de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
La Semana Santa inicia con los eventos del Domingo de Ramos, cuando Jesús baja del monte de los olivos, montado en un burrito y al lado de sus apóstoles. Rodeado de un gran número de personas que sosteniendo las palmas lo alababan diciendo:
“Hosanna, Bendito el que viene en nombre del Señor” Mc 11,9
Jesús hace su ingreso a Jerusalén triunfante, para luego ir al Templo a enseñar por tres días sucesivos.
Esto nos lleva a tres días más de solemnidad de la Semana Santa (El sacro Triduo Pascual) en el que nuestra salvación se completa. En e viernes Santo se asiste al profundo misterio en el que el Señor Jesús habiendo asumido nuestra naturaleza humana, hasta estar en el grado de morir por nosotros, va a ser crucificado y por este medio nos redime de nuestros pecados.
San Pablo escribe de su fe en la Carta a los Gálatas:
”Esta vida en la carne, yo la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me ha amado y se ha dado a sí mismo por mí”. Gal 2.20,
El poder comprender todo esto, verdaderamente, en un nivel personalmente profundo es la esencia de la vida espiritual de los cristianos.
Todavía, la muerte del Señor Jesús en el calvario no es un hecho aislado en la historia. La Primera noche (Jueves Santo), durante la Última Cena, el Señor Jesús ha instituido la Santa Eucaristía, y así haciéndolo nos ha dejado vivo el memorial del misterio pascual. Cada vez que vamos a Misa recordamos su muerte, nos nutrimos de su Cuerpo y Sangre, mientras continuamos con nuestro peregrinaje cada día hasta la eternidad.
El tercer día del Sacro Triduo es el Sábado Santo y la liturgia se celebra de noche. Está centrada en la resurrección del Señor Jesús, que es el evento más importante en su vida en y en la vida de todos los cristianos, como recuerda San Pablo.
‘Si en efecto los muertos no resucitan, entonces Jesús no ha resucitado, pero si Cristo no ha resucitado vana es la fe de ustedes y todavía están en pecado.” 1Corintios 15:12-20
La siguiente semana, en la liturgia pascual, en el evangelio, encontramos el recuento de las apariciones del Señor Jesús a María Magdalena, a las mujeres piadosas, a sus apóstoles y discípulos. Él habla y come con ellos, los invita a tocarlos para demostrarle que no es un fantasma. También, aunque no esté registrado en el Evangelio, creemos que a la primera persona a quien se le aparece después de su resurrección fue su Santísima Madre, María.
Una palabra que caracteriza la liturgia de Pascua es la palabra: “aleluya”, es una palabra hebrea que significa “Alabado sea el Señor” y se escucha frecuentemente en la Misa y es como un himno de la Pascua
ALELUYA ALELUYA ALELUYA
Padre Michael, Parroquia de San José, Abu Dhabi. Emiratos Árabes Unidos
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