Santos… en el nombre de Jesús
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Que la paz del Señor esté con nosotros.
En este mes de octubre dedicado a la oración del Rosario, queremos encomendarnos una vez más a la protección maternal de la Santa Virgen María, madre de Jesús y nuestra madre. En sus numerosas apariciones alrededor del mundo, la Santa Madre Inmaculada siempre ha invitado a la oración, un acto que nos acerca a Dios Padre.
El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan con sinceridad. – Salmo 145:18
Al acercarnos a Dios Padre en nuestra búsqueda, somos invitados a un cambio y una transformación, tal como cuando entrenamos para correr una larga maratón. La oración entrena nuestra alma para reconocer nuestra meta, para responder a las pruebas a lo largo del camino, y para animar a nuestros compañeros de carrera a llegar a la meta con alegría en el rostro.
Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación, perseverantes en la oración. – Romanos 12:12
Al igual que el ejercicio físico en una carrera, la fatiga, los calambres, la sed y el desánimo en los tramos de subida y los obstáculos en el camino pueden debilitarnos. Así también en nuestro camino hacia Dios, si no somos fortalecidos continuamente por el entrenamiento en la oración, corremos el riesgo de perdernos y tomar caminos que nos alejan de nuestra meta o nos llevan en otras direcciones.
El enemigo infernal siempre está listo para desviarnos, alejarnos de Dios y ralentizarnos; de hecho, nuestro bien más preciado es el tiempo que tenemos para amar y adorar a Dios en nuestra vida.
Si nuestra vida está orientada hacia el Creador, fuente de todo bien, entonces incluso las pruebas más duras ofrecidas con amor, aunque limitadas a nuestros años de vida terrenal, son recordadas y atesoradas en el corazón de Dios Padre por la eternidad.
Volviendo a la invitación de la Santa Virgen María a la oración, simplemente podemos pedir a la Madre Celestial que nos ayude a rezar, que nos guíe como una Madre guía a sus hijos. Acompañados por Ella, sólo podemos aspirar a una cosa: la santidad.
Y todo lo que pidan en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. – Juan 14:13
Preparémonos para celebrar la fiesta de Todos los Santos, con el deseo de que nosotros también un día seamos recibidos en la corte celestial como meta de nuestra maratón.
Les invitamos a unirse a nosotros en la 138ª Maratón Internacional de Oración:
Santos… en el nombre de Jesús
29-30-31 de octubre de 2024
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