En Jesús, vivimos para siempre
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Después de una breve pausa de verano, estamos listos para reanudar nuestras maratones de oración en la paz de Jesús, nuestro Señor.
Este mes, queremos tomarnos un tiempo para reflexionar sobre el paso de las estaciones, que también simboliza el paso del tiempo que Dios Padre nos ha concedido.
En cada momento, algunos se regocijan con el primer llanto de un recién nacido, mientras otros lloran la pérdida de un ser querido.
Si nuestros padres tuvieron nueve meses para prepararse para nuestra llegada, nunca estamos del todo listos para la muerte.
Considerad esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche vendría el ladrón, se mantendría despierto y no dejaría que su casa fuera asaltada. (Mateo 24:43)
Jesús nos recuerda que debemos estar siempre preparados, no en desear la muerte o pensar en ella, sino en estar listos para cruzar el umbral del Cielo, es decir, ser puros. El fin de la vida terrenal no debe verse como la aniquilación de todo, sino más bien como el comienzo de lo absoluto, la verdadera razón por la que fuimos creados: estar con Dios para siempre.
La palabra “para siempre” a veces nos desorienta y nos perturba; nos cuesta captar el concepto de “siempre”, pero Aquel que nos ha esperado y amado desde siempre está listo para recibirnos.
137ª Maratón Internacional de Oración
En Jesús, vivimos para siempre
8-9-10 de septiembre de 2024
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