Animo, no teman, que soy yo.
Estimados hermanos y hermanas en Cristo:
¿Quién de nosotros podría presumir de ser “inmune” al miedo; de no experimentarlo?
Si observamos en la Biblia hallaremos que desde el Génesis hasta las últimas páginas del Nuevo Testamento no faltaran episodios en los que el miedo se apodera de los corazones de los hombres
Desde Adam : “ Te oíen el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí”. (Génesis 3:10)
Los Discípulos :“Al verlo caminando sobre el mar, se asustaron y exclamaron: «¡Es un fantasma!» Y por el miedo se pusieron a gritar”. ( Mt 14,26)
Pedro: “Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!” ( Mt 14.30)
Hasta después de la resurrección:“Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. ( Juan 20,19)
En las Escrituras, Dios Padre al conocer nuestra frágil condición y vulnerables a sentir miedo, nos hace invitación a cesar nuestros temores y abrir el corazón a la paz. Como los bebés en los brazos de sus padres, seguros de que podemos hacer frente a la oscuridad de la noche, el Señor nos abraza y protege: “No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día” (Salm 91,5)
«El miedo —explicó Papa Francisco— es una actitud que nos hace mal, nos debilita, nos empequeñece, e incluso nos paraliza». En tal medida «una persona con temor no hace nada, no sabe qué hacer; es miedosa, centrada en sí misma para que no le suceda algo malo, algo feo». Por lo tanto «el miedo lleva a un egocentrismo, al egoísmo, y paraliza». Precisamente «por eso Jesús dice a Pablo: no tengas miedo, sigue hablando». Papa Francisco invitó a «no tener miedo y a tener alegría», y explicó: «No tener miedo es pedir la gracia del valor, el valor del Espíritu Santo; y tener alegría es pedir el don del Espíritu Santo, también en los momentos más difíciles, con la paz que nos da el Señor». (Homilía en Santa Marta 15/5/2015)
Pedimos a Dios el Padre darnos el don de la valentía, la alegría y paz para poder hacer frente a los retos de cada día, enfrentarlos, ir aún más allá, salir de nosotros mismos y reconocer los rostros de nuestros hermanos necesitados.
Junto a Jesús: ¡No tengamos miedo!
40ª Maratón Internacional de Oración
”Sin Miedo”
28-29-30 de mayo 2016
Follow 72HoursForJesus.org