Cuaresma, Tiempo de Gracia
La espiritualidad cristiana tiende a asociar la Cuaresma a la penitencia, considerándola un período de purificación esperando el día glorioso de la resurrección de Cristo. Pero en realidad ¿es sólo un momento de renuncia y mortificación? La tradición cristiana la ha tratado a menudo como un periodo de estancia en el desierto, entendiéndolo como aquello que permanece en el recuerdo de los grandes acontecimientos de la historia de la salvación, como los cuarenta años del éxodo de Israel, o los cuarenta días de preparación de Jesús en su ministerio público, entre períodos de pruebas y tentaciones. La dimensión penitencial es cierta, pero tenemos que redescubrir la forma más oculta y más profunda de un tiempo de gracia en el que Dios nos revela su amor. El profeta Oseas nos ayuda a descubrir esta dimensión.
Eltiempo del amordivino.
Oseas es conocido como el profeta del amor divino, que revela los sentimientos del corazón de Dios En Os 11.1 se encuentra el centro ideal de su pensamiento:
Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo… ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos!… Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer.
Aquí nos encontramos con el sentimiento del amor paternal en el que Dios basa su relación con Israel. Oseas indaga en el pasado, especialmente en la época de Moisés, la demostración de esta relación, que es el amor generoso departe de Yavhé y la ingratitud de parte de Israel. El Señor ama a su pueblo, se les ha revelado y por ello ha diseñado un plan, que ha desarrollado por etapas: primero se les ha revelado, dándoles a conocer su nombre santo (Éxodo 3:13-14), luego los ha hecho salir de la tierra de Egipto (Éxodo 13-15), y ha realizado un pacto eterno con él (Ex. 19-20), finalmente le dio como regalo una tierra en la que vivirían. La libertad era la condición indispensable para sellar el pacto que Dios tenía en mente: hacer de una masa de esclavos un verdadero pueblo, Incluso el desierto era un paso indispensable para lograr la maduración de Israel, la aridez de la tierra, la falta de alimentos y agua debería haber llevado al pueblo errante a la confianza y abandono en Dios, que marchaba a la cabeza para hacerlos entrar en una tierra “que mana leche y miel”. Dios mismo escogió la ruta hacia esta tierra prometida (Éxodo 13:18) y se colocó a la cabeza de su pueblo, para ser su guía.
“Quizá porque no habían sepulcros en Egipto nos ha llevado a morir en el desierto… es mejor para nosotros servir a los egipcios que morir en el desierto” (Ex 14,11).
Ojalá hubiéramos muerto por mano del Señor en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, comíamos pan hasta saciarnos. En cambio, nos hace salir a esta multitud de este desierto para morir. (Ex 16, 2).
Para ellos es mejor una vida de esclavitud, que una vida extraordinaria, confiados en el cuidado de Dios. El desierto revela el corazón del hombre, incapaz de triunfar a la prueba a la que está sometido, pero es también el escenario del triunfo de la misericordia de Dios. Si Dios dejara morir en el desierto a todos aquellos que se obstinan en su falta de fe (Deut. 1,34 – 36), pero no abandona su plan y extrae el bien del mal. A la gente que murmura da comida y agua milagrosa, y en vez de castigar da los medios de salvación, como la serpiente de bronce (Números 21:9), porque Dios siempre se manifiesta su santidad y gloria (Nm 20:13). Esto permite ver en el desierto no simplemente el momento de la infidelidad de Israel, sino también el tiempo de la fidelidad misericordiosa de Dios, que lleva a cabo su plan. El pueblo ha sido puesto a prueba, pero no sólo para que reconozca que el hombre no vive sólo de pan, y el recuerdo de su desobediencia se transformará en una llamada a la conversión y a la fe en el Señor. (Continua).
Laila Lucci,
Bible Teacher and professor of Hebrew Bible and S. Writing at the ISSR Rimini is the author of several essays and books, among whic are included: Witnesses of the Risen.
Paths of Lucan pneumatology, Pazzini, Verucchio (RN) 2007
Commentary to exegetical-theological “Wisdom Books” in The Bible VVV, S. Paul, Cinisello Balsamo 2009;
Introduction, translation and commentary on Joel, S. Paul (NVAT), Alba 2011;
Introduction, translation and commentary on Amos, S. Paul (NVAT), Alba 2012
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