Estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo
Queridos hermanos hermanas en Cristo:
Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; 9 perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte[a] de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. 11 Porque nosotros que vivimos, constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo[b] mortal.. (2 Cor. 4: 8-12)
Comencemos con la carta de San Pablo a los corintios para expresar nuestro sentido de debilidad pero no de pérdida.
En estos meses nos llegan muchos mensajes tristes de varias partes del mundo, pero para cada uno de ellos siempre hay esperanza en la vida, en la recuperación y esa esperanza tiene un nombre es Jesús.
A menudo nos preguntamos, pero ¿dónde está Dios? ¿Por qué nos está haciendo sufrir de manera global por esta pandemia? ¿Para qué sirve la vida en el sufrimiento y el miedo?
Si asociamos nuestra existencia terrenal con un viaje, no siempre recordamos que la razón del viaje en sí es el destino y no el viaje.
Cuando nos vamos de vacaciones o para visitar a nuestros seres queridos o incluso en pequeños recorridos diarios, pensamos sobre todo en nuestro destino y también podemos sacrificar el viaje para poder llegar con seguridad y ser felices.
Sabemos que Dios es nuestro objetivo y también nuestro compañero de viaje si buscamos y queremos que nos acompañe.
Jesús nos dijo:
Estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo.
¡Juntos invitamos a nuestro Señor a estar con nosotros!
90 maratón internacional de oración
Estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo.
28.29.30 de julio de 2020
www.72hoursforjesus.org
Follow 72HoursForJesus.org