El celo por tu casa me devora.
En esta 55 maratón de oración mensual, queremos orar por los tantos actos de terrorismo que siembran muerte y temor entre nosotros.
Son tantos los cuestionamientos, tantas las tentativas de solución que vienen propuestas al nivel legal y social pero pocos son los verdaderos resultados.
Hasta que no cambiemos nuestros propios corazones y no manifestemos abiertamente nuestras elecciones, serán pocas las transformaciones. Si continuamos a permanecer cerrados en nuestros prejuicios, superficialess y poco documentados no lograremos a entender y afrontar los diversos problemas en nuestros paises, y sólo quedar como meros espectadores pasivos y sin coraje.
En España, como en Egipto, Inglaterra, Filipinas, Siria, Irak, Francia y tantísimos otros lugares donde el terror ha llevado la muerte, la vida continúa pero con muchas reservas proporcional al dolor que experimentan.
Si no existe un Dios que nos pide todo esto, entonces no existe ni siquiera una religión al que pertenezcan estos hombres que han desvirtuado sus creencias convietiendolas en un fanatismo, y los hijos de Dios tenemos el deber de intervenir activamente por una resolución.
El arma más eficaz que poseemos es la oración que se vuelve hacia el único Dios, Dios de la vida, Dios de la paz, y creador del Universo. Esta oración que es hecha con el corazón y la fe, la misma oración de los habitantes de Kedwan que en Egipto han continuado a invocar al Señor, incluso después del atentado a la Iglesia de la Virgen María y de San Pablo, pidiendo que continúen las celebraciones litúrgicas, porque es el centro de sus vidas.
¿Y nosotros qué cosa hacemos? Escondernos detrás de un televisor para despotricar contra los terroristas (sí, se entiende la impotencia y la rabia) pero a parte de incubarnos el temor, ¿dónde está el us de nuestras armas espirituales? ¿Dónde está nuestro cristianísmo listo a anunciar que Jesús es Señor, presente en la reunión de dos o más y su presencia se hace constante.
Llevemos fuera de nuetras parroquias, grupos de oración, este celo por el Señor; nuestra necesidad de amar al prójimo para ser amados por Dios. Finalmente el celo por la casa de Dios no es un templo de piedras, es la tierra misma donde Dios se hizo hombre, es esta gran casa llamada tierra o mundo, que viene destruído por el odio y el rencor.
Que esta oración sea hecha con un corazón sincero, pidiendo al Señor la gracia de amar como él ama.
55ma Maratón de Oración.
El celo por tu casa me devora.
29/30/31 Agosto 2017
Follow 72HoursForJesus.org